Los que vivimos día a día el mundo del Marketing y la Publicidad, solemos tratar de encontrar la mejor fórmula para lograr la fidelización del consumidor hacía la marca que en su momento tenemos como proyecto, pero como consumidores que también somos, al menos yo voy descontando argumentos como para ser completamente fiel a una determinada marca, y es que cada quién con sus gustos.
Como mujer que soy, en cuanto a productos de higiene personal y cosméticos de belleza, la verdad es que puedo ser bastante variopinta, hace unos días viendo el mueble de mi cuarto de baño podría decir ya que parece el propio lineal de un supermercado junto con el de una perfumería.
En cuestión de desodorante me he dado cuenta que tengo un Dove reductor del vello, y que en realidad hasta ahora no he percibido tal cambio; también tengo un Rexona Activreserve que me promete 24 horas antitranspirante, aún no he visto los efectos estando en el gym; por motivos de trabajo quise ser consumidora de la marca Natural Honey y por chafardera me compré el Love Deo queriendo verificar su promesa de fragancia seductora para 9 de cada 10 hombres, pero en realidad dicha fragancia me resulta un tanto intensa que termino asfixiándome en el baño, y hasta ahora no he atrapado a ningún hombre en la calle por mi desodorante y mucho menos vino con la compra uno de los chicos del spot de la TV, y por último queda en mi particular stock un MUM Dermis, que sin prometerme mucho en realidad, es el que uso a diario y la verdad me va fenomenal.
En cuanto a loción para el cuerpo podría decir que he intentado mantener cierta fidelidad a marcas como Dove y Nivea, pasando entre sus versiones de Reafirmante, Nutritiva, Hidratante, etc; y adicionalmente como ya os comenté también fui consumidora de Natural Honey loción Hidratante Perfecta, y por mismas razones que con el desodorante de la misma marca también caí con la versión de Instant Body Milk, con su promesa de ofrecerte una hidratación instantánea durante la ducha, y que en su momento consideré una genial idea, pero en realidad sigo conservando el pack en mi ducha casi nuevo porque hasta la toalla se me resbalaba, un tanto grasosa me sentía.
En cuanto a geles de ducha, suelo ir muy encaminada con las mismas marcas de las lociones, Dove (podría decir que le soy bastante fiel), Nivea con su versión Happy Time o Creme Soft; y otras que se me cruzan en el camino, me guiñan un ojo y terminan metidas en mi cuarto de baño, como: Palmolive, Moussel, La Toja e Instituto Español con su versión de Chocolate (que es tan intenso y tentador su aroma que dudaba si bañarme con el o chuparme el envase), motivo por el cual decidí no comprarlo más y antes de terminar en urgencias del hospital por envenenamiento.
En resumen, la verdad creo que no soy la consumidora más fiel que buscan las marcas, pero lo que tengo claro es que uno de los principales motivos que me inducen a no “casarme” con una marca en especial, es no caer en esa rutina que de una u otra forma hace que tu olfato obviamente se adapte a una fragancia en particular y que termina pasando desapercibida. Así que la técnica de ir variando hace que cuando vuelva a la marca anterior su fragancia, su consistencia y sus promesas me seduzcan de nuevo.
Mis marcas
Que curioso, yo desconozco las marcas de los 4 productos que uso, si tengo que ir a comprarlos las reconozco por los envases o colores XD
Probablemente recordando este post, te comenzarás a fijar en las marcas que usas 😉 o de lo contrario serás denominado como un cliente "fiel", pero que al momento de un estudio de mercado no serás visto como tal 😉
Gracias por pasarte por acá y buen fin de semana!