Sería demasiado hipócrita si digo que tengo afinidades políticas con algún partido, siempre termino diciendo que el tema de derechas o izquierdas me vienen bien cuando debo acatar las indicaciones del GPS. Sin embargo y como bien detallo en los “acerca de mí” en mis perfiles, desarrollo, aplico y dirijo campañas de comunicación a un partido político.
Hasta ahora y creo que así seguirá siendo, consigo mantenerme completamente apolítica, puede que comulgue con algunas filosofías partidistas pero eso no significa que me identifique con un partido totalmente.
Sé que con los tiempos que corren el tema político hoy día es mucho más delicado de tratar entre las personas que en tiempos anteriores. Si antes se consideraban susceptibles con el tema, actualmente se tocan muchas más sensibilidades. He escuchado y leído en contadas ocasiones a las personas decir que están obstinadas de los políticos del país, de sus mentiras, de sus descaros, de sus corrupciones, de sus bocazas, en fin… no sigo porque lo más seguro es que no termine hoy.
Pero para todo aquel que hoy día quiere gestar cambios y piensa incursionar en la política, simplemente considero que debe tener muchos aspectos claros así como principalmente tener en cuenta los pasos básicos para comunicarse con la comunidad a la que quiere llegar, y es aquí donde me he permitido dejaros algunos de ellos.
Actualmente las redes sociales ya no sólo son un medio de comunicación más para marcas, sino que también los políticos hacen uso de ellas para darse a conocer, y dar a conocer sus intenciones y propuestas políticas.
Basándome en experiencias propias considero imprescindible compartir con vosotros estos 7 aprendizajes adquiridos.
1. Transparencia y cercanía: uno de los aspectos primordiales que todo político debe tener en cuenta es ser completamente sincero en sus mensajes así como en sus intenciones. Pero como no todo es color de rosa, es importante que tenga en cuenta que su transparencia puede ‘herir’ susceptibilidades en este tema hoy día. Un político que utiliza las redes sociales para comunicar sus intenciones debe saber escuchar y construir relaciones con sus seguidores, debe demostrar que se trata de una persona más que pertenece a una comunidad y que vive los mismos problemas que ocurren en ésta.
2. Estar, por estar: un político que decide estar en las redes por el simple hecho de estar sin tener en cuenta objetivos ni el punto anterior, es mejor que no esté. Ocurre lo mismo que con las marcas que se plantean estar en las redes sociales por motivos como: están de moda, la competencia también está o porque resulta ser un medio free para difundir la campaña. Mientras partan de estos razonamientos ya todo va mal, al final los seguidores se terminan dando cuenta y la intención de ahorrarse costes termina siendo una historia truculenta, todo sale más caro.
3. La constancia es importante: no es nada nuevo decir que muchos políticos activan sus cuentas en procesos de elecciones y una vez pasadas éstas ya sus cuentas quedan en el olvido. Lo mismo pasa con sus promesas electorales, quedan en el olvido una vez que obtienen la victoria deseada. Una sugerencia si esto es lo que tienes pensado hacer como el resto, olvídalo. La gente lo sabe y tampoco es tonta como para caer una vez más en la misma ‘trampa’. Una vez que dejes tu cuenta a un lado por equis tiempo y decidas reiniciar la actividad de la misma cuando te resulte conveniente, te darás cuenta de lo que digo, habrás perdido todo lo que pudiste haber logrado antes y el crecimiento de visibilidad e influencia será mucho más lento.
4. La integración de todos: un político es una persona que quiere transmitir sus ideales y que en teoría se preocupa por la realidad y problemática que vive una comunidad, pero detrás siempre debe haber un equipo de personas que además de compartir ideales trabajan en conjunto por conseguir las metas pautadas, por lo tanto de la misma forma que a una empresa le dices que su incursión en Social Media debe partir desde la integración de sus departamentos, en política no hay diferencia alguna. Un político transmite sus mensajes y mientras exista un equipo cohesionado con esos ideales, éstos deben abocarse en las redes con los mismos ideales, con las propuestas para solucionar la problemática existente y con una difusión coherente de las estrategias y eventos organizados.
5. Evitar la impersonalidad: muchos políticos dejan en manos de terceros la gestión de sus perfiles en las redes sociales, este ha sido uno de los aspectos más criticados en la política 2.0 por los usuarios en común, algunos de esos políticos han confesado abiertamente que el uso de su perfil lo lleva otra persona del partido y que los tweets que son emitidos personalmente son firmados por ellos. Una estrategia que no entraré a criticar pero que sin duda viene a ser una opción de esa ‘transparencia’ que quieren transmitir. Existen diversas alternativas a las que recurrir para que un político haga uso de sus perfiles de modo más personal, asumiendo que la mayoría alega de no tener suficiente tiempo para ello, siempre hay herramientas que pueden facilitarle la tarea. Un político que quiere ganarse la confianza de una comunidad debe generar confianza y es preciso que construya relaciones con las personas, y las redes sociales vienen a ser un medio que no deben desestimar, por lo tanto si no le dan la debida atención que se merecen así como relevancia poca confianza podrán obtener hoy día.
6. Comunicación real y humana: en las redes hay muchos ‘gurus’ y vendedores de humo, esta es una las ‘afirmaciones’ más usuales en el marketing 2.0, los políticos tampoco escaparían de caer en esta clasificación. Un político es una persona que va ofreciendo sus ideas y sus propuestas para solucionar problemas existentes dentro de una comunidad y para que éstas sean compradas. Un político debe saber comunicarse y también dejar ver que se trata de una persona que puede estar padeciendo de la misma problemática como cualquier otro ciudadano, y que además propone soluciones reales para la misma. El construir una marca personal va de transmitir día a día tu esencia como persona, la comunicación diaria de su vida se encargará de ayudarle a definir su personalidad así como de dejar claras sus verdaderas intenciones, siempre y cuando éstas sean coherentes con lo que proyecta.
7. ¡No! Sin tener las cosas claras: así como una persona se introduce en el mundo de la política motivado por mejorar su barrio o cambiar normativas que considera injustas, también sus inicios en las redes sociales deben estar debidamente estructurados por sus objetivos. Es importante que un político defina el público al que quiere llegar, que tenga claro que estar ahí significa comunicarse directamente con un público, que estará expuesto a preguntas y críticas que tendrá que responder y enfrentar. Por el contrario si cree y considera que su presencia en las redes será solamente para difundir sus mensajes sin ton ni son, es decir, ser un publicador compulsivo de sus ideas y propuestas, y que lo demás poco importa entonces deja claro que las redes sociales no serán su mejor apuesta como medio de comunicación para su campaña.
Conclusión:
La política 2.0 no deja de ser un concepto que cobra fuerza cada vez más, las redes sociales se han encargado de transformar visiblemente los planes de medios, y hoy día estructurar una campaña sin tenerlas en cuenta como un medio base o de apoyo puede ser un gran fallo. Los actuales políticos jóvenes saben y reconocen su influencia en la comunicación. Ahora sólo nos queda esperar que el proceso de adaptación se torne presente en el resto de la casta política.
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