Con menos bolsas, todos podremos respirar más tranquilos.

Mensaje de la campaña “Bolsa Caca”, de Carrefour y que ha puesto en marcha desde el pasado mes de agosto, donde proponen que todos juntos, descartemos el uso de las bolsas plásticas que antes regalaban y que son una amenaza para muchas especies animales, dicho sea de paso éstas se reciclan en un 10%, siendo el resto de sus residuos mal gestionados, y los mismos pueden tardar hasta unos 400 años en descomponerse, pues visto así, un Highlander.

Desde esta perspectiva, Carrefour está creando conciencia en las personas y aportando su granito de arena a la conservación del planeta, bien, además por otra parte nos detallan que todo el ahorro con esta medida serán destinados a diversos proyectos de conservación, recuperación y desarrollo del Medio Ambiente, más la donación de 2 millones de comidas a las personas más necesitadas, no creo que los pobres de Sudamérica entren en este listado.

Probablemente llegue tarde con estas líneas sobre el tema Carrefour y muchos ya han comentado acerca de la medida, la campaña, las bolsas, etc …. pero sin embargo, quiero expresar como consumidora, profesional y ciudadana que soy, lo que opino al respecto.

Bajo toda la parafernalia con que Carrefour viene y nos presenta su campaña, bajo la responsabilidad corporativa, que nunca mejor dicho es un imperativo hoy día para seguir en el mercado, resulta no ser perfecta y de hecho soy una más que se suma a las críticas de dicha acción.

Una vez que esta campaña entró en vigencia y fuí a Carrefour como consumidora por una compra no planificada pero que al momento de estar ahí consideré pertinente comprar más cosas, para no perder el viaje, obviamente en estas condiciones no llevaba conmigo el carro de la compra, y en realidad no me apetecería tener que salir en todo momento con el carro de la compra mientras no tengo una visita segura al supermercado. En todo caso, una vez en la caja, es donde realmente me entero que las bolsas nuevas que sustituyen a las anteriores se deben pagar, no teniendo nada más que pensar debía pagarlas para poder llevar la compra a casa, pero como muy bien enuncia Murphy, “cuando crees que todo puede salir mal, saldrá mal”, dichas bolsas biodegradables o de rafia, como os provoque llamarla, tienen menor resistencia y menor capacidad que las bolsas “caca” que eran gratis, y que si logras salir de Carrefour con las bolsas completas, dale gracias al Señor por el favor recibido, porque yo no lo logré.

Como profesional, considero que la transparencia y la ética son componentes primordiales en los mensajes y promesas que difundimos a nuestro target objetivo y entre las prioridades programadas la credibilidad y la confianza de tu público tendrán un lugar importante, esta campaña por su parte no informó sobre la solución que iban a ofrecer ante la eliminación de las bolsas de plástico, dicha acción suponía cambiar los hábitos del consumidor y debido a la situación que estamos atravesando me atrevería a asegurar que la mayoría de los consumidores que realizan sus compras en Carrefour no les debió agradar mucho la noticia de “ahora pagas por la bolsa”, esto ha sido una imposición.

Muy curiosamente, después de conocer el mensaje emitido por esta campaña, comencé a prestar más atención al resto de las bolsas en los demás supermercados, y pude comprobar que ya muchos utilizaban desde antes bolsas biodegradables, que son más grandes, más resistentes e incluso supermercados que no te las cobran, bajo esta premisa es donde tengo las siguientes interrogantes: ¿toda esta acción ha sido solo una estrategia de marketing para obtener una posición de liderazgo en el mercado? y ¿lo de campaña ecológica ha sido un “maquillaje”?.

No se trata de buscar culpables dentro del sector empresarial sólo por las condiciones actuales con el cambio climático, las empresas deben innovar y generar cambios de forma positiva pero nosotros como ciudadanos también tenemos nuestra parte de responsabilidad, mientras no se desarrollen fuertes campañas de concientización, de formación a la población sobre el reciclaje, sobre la protección ambiental, sobre la preservación de especies animales; mientras padres, maestros y todo el que tiene en sus manos la orientación de las generaciones de relevo y que no infundan el respeto hacía el ecosistema nos vamos a seguir cargando el planeta, pero menos mal que Carrefour ya nos hace respirar más tranquilos.

Estamos en la era ecológica
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