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Resulta que hoy cumplo un año de haber ingresado en Twitter, pues si que pasa rápido el tiempo. Antes de incorporarme en Twitter, recibía unos cuantos correos de invitaciones a Facebook, de gente conocida y no tan conocida, en fin amigos y no muy amigos. Lo cierto es que tenía mis reservas como para aceptar tales invitaciones a una “cosa” completamente “desconocida” en su momento para mí, una vez que me decidí a crear mi perfil en Facebook, no puedo decir que me enganchó, o que paso o pasaba muchas horas en dicha red, para mí es entrar mirar el muro, comentar sobre algún otro comentario (valga la redundancia) de amigos, conocidos, grupos, etc., en el que me  interesa participar y mirar quién está de cumple.

Por su parte Twitter comenzó por iniciativa propia, por la curiosidad de conocer, saber que se decía, quiénes estaban en la red y quiénes me interesaba leer, poco a poco se convirtió en el “patio” como algunos suelen llamarle, el “mundo digital”, esa isla o continente denominado Twitterland. Puedo decir que ya no se trata de seguir a las personas que me aportan experiencias o conocimientos sobre los intereses en común, sino a aquellos con quiénes interactúas, que están ahí, no se trata de un “buenos días, buenas tardes o buenas noches” y ya después no los vuelves a leer sino hasta el día siguiente o quizás hasta la semana próxima, va de las personas que aportan opiniones sin necesidad de pasar un link para que visites su blog, va de los que pueden ser “irreverentes”, va de los que comentan las emociones del momento, de los “lazos” que se van creando, va de proyectos que nacen en la red, va de los que se quejan por la situación del país, por la falta de confianza en la humanidad, por las injusticias que comenten los más poderosos, va de aquellos que dicen mucho y a su vez no dicen nada, al más puro estilo de Cantinflas, va de los que comparten sus filosofías y sus pensamientos más poéticos, va de aquellos que disfruto leer por su alto sentido de la ironía y con los cuales me identifico, en fin que es eso, va de las personas, va de seres humanos que están detrás de un teclado, sea cual sea, compartiendo, comunicando, descubriendo personas y sitios, y disfrutando de nuevas y buenas experiencias, y otras posiblemente no tan buenas.

Ha pasado un  año desde que me registré en Twitter, un año en el que además de tratar de aportar mi particular forma de ver el mundo, opiniones, experiencias y conocimientos,  he absorbido gran parte de los que comparten día a día; un año en el que surgieron nuevos contactos, amistades, y que al día de hoy llevamos proyectos juntos; en el que he desvirtualizado a una parte de mi Time Line y espero que cuando llegue al segundo año pueda decir que lo he desvirtualizado casi todo y que han nacido más proyectos a través de ellos.

En definitiva, mi primer año, toda una “beba” que quiere agradeceros a todos y cada uno de los que día a día leo en mi Time Line, y por supuesto a aquellos que me han dado cabida en vuestros Times Lines, hoy pago yo, la casa invita barra libre y espacio apto para fumadores y no fumadores, cada quién decide, disfrutemos del libre albedrío.

Un año en Twitter
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